viernes, 3 de diciembre de 2010
Palabras de la Presidenta de la Nación, en Mercedes
Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor intendente de Mercedes: la verdad que cuando una está aquí parada, al lado de esta maravillosa y emblemática estación de trenes de Mercedes, refaccionada, arreglada, puesta linda de vuelta y junto a la vía piensa en el trabajo argentino. Porque los vagones, que hoy se ponen en marcha, son construidos absolutamente en talleres y fábricas argentinas y hechas por manos de argentinos. (APLAUSOS).
Esto no es cualquier lugar, porque estas estaciones de trenes, que a lo largo y a lo ancho del país, durante mucho tiempo significaron el desarrollo, el crecimiento, el surgimiento de los pueblos fueron luego - salvo contadas excepciones - absolutamente desarticuladas, como también lo fue el transporte ferroviario, emblemático también, en nuestro país.
Yo le contaba al empresario, que es concesionario de la Línea Sarmiento, y que además es el fabricante de la totalidad de estos trenes, que a mí - cuando yo era muy joven - pese a que mi papá era colectivero y tenía empresa de colectivos, a mí me gustaba mucho más viajar en tren, lo lamento por los colectivos. Pero el tren es algo que está muy vinculado con nuestra idiosincrasia, es ver como van pasando los pueblos y el paisaje, es algo muy entrañable.
Por eso, cuando recién estaba recorriendo ese vagón diferencial, que va a permitir unir Mercedes con Once, con un confort - y también obviamente con tarifas diferenciales - porque es una cosa que tenemos también que comenzar a charlar los argentinos cómo vamos a organizar nuestro modelo de desarrollo de transporte, qué va a pasar con los subsidios. Porque, por un lado, ahí yo escucho críticas a los subsidios, pero críticas si se aumentan las tarifas y críticas si no es buena la calidad del servicio. Entonces yo creo que - dejando de lado los slogan y la cuestión fácil - todos los sectores, fundamentalmente empresarios, trabajadores y el Estado, los prestadores, los usuarios, los consumidores debemos comenzar a discutir en serio el diseño de un sistema de transporte viable para todos. Porque junto con el transporte diferencial vi también un transporte urbano de muy buena calidad, con aire acondicionado, con televisión, que se paga a un peso con veinte cinco. (APLAUSOS).
Yo desafío a cualquier economista, a cualquiera a que comparemos esta calidad de servicio con lo que pasa en otros países limítrofes. Y no estoy hablando de otro hemisferio, estoy hablando de lo que pasa aquí, en América del Sur y vamos a ver que, desde aquel transporte destruido a esto que tenemos hoy, hemos dado un salto cualitativo muy importante. (APLAUSOS). Falta mucho todavía, pero lo importante es lo que hemos hecho porque lo que hemos hecho nos ayuda a saber que podemos hacer más y mejor. El haber hecho las cosas de una manera nos da la idea que podemos aún mejorar mucho más.
Y esto, que hoy visitamos, que va a permitir que 324 mercedinos se trasladen a la Capital Federal, con todas las estaciones intermedias y también los precios diferenciales, en una hora veinte, con todas las comodidades: Wi-Fi, aire acondicionado, asientos (símil cuero), realmente hay que verlo y que además haya dado trabajo y que sea el producto de trabajo argentino, a mí sinceramente como presidenta, me enorgullece mucho.
Porque además, ahora, tenemos necesidad de transportar gente porque la gente tiene adonde ir; cuando Kirchner llegó al gobierno 1/4 de la población no tenía trabajo, por lo tanto el sistema de transporte que fuera malo o bueno no importaba tampoco demasiado, no había adónde ir. Cuando uno no tiene dónde trabajar no tiene adónde ir y seguramente los hijos de los que no tienen trabajo tampoco tienen un lugar adónde ir, ni a la escuela ni a ningún lado.
Por eso es todo el trabajo el gran organizador de la sociedad y nos va demandando cada vez más cosas y mejores cosas en nuestro sistema de salud, de educación, de transporte. (APLAUSOS). Y el desafío, el gran desafío que tenemos los argentinos es no confrontar y discutir sobre cuestiones de lo que ya fueron, sino cómo hacemos para que esto se profundice, sea cada vez mejor y además sea sustentable en el tiempo.
También inauguramos una importante avenida de circunvalación, como recién decía el señor intendente - vital para el desarrollo de la ciudad y también anunciamos que vamos a pavimentar 61 cuadras más aquí en Mercedes. (APLAUSOS). Pero yo quiero decirles que estas cosas, estos logros, estos objetivos alcanzados, no deben verse como algo que es para siempre. Porque yo he aprendido algo en este mes y diez días, porque si ustedes lo recuerdan, estuve aquí un 19 de octubre, hace exactamente un mes y diez días visitando la fábrica Guidford y en otra situación también, obviamente no voy a ahondar en el tema personal. Pero esto me lleva a reflexionar sobre la necesidad que tenemos todos los argentinos de cuidar lo que hemos logrado, porque nada es para siempre. Y si las cosas se hacen mal o no se cuidan, terminan definitivamente también perdiéndose.
Por eso, yo quiero que cada uno que se suba a esos trenes, cada uno que llegue al andén de esta estación, cada uno que transite por esa Avenida de Circunvalación, cada uno que luego pueda disfrutar y no verse embarrado cuando tenga sus cuadras de pavimento que todavía faltan, piense lo que tenemos que hacer todos, el esfuerzo que tenemos que hacer todos los argentinos para seguir construyendo este país que él soñó.
Me hubiera gustado mucho que él hubiera estado acá, le hubiera encantado estar en esta estación de Mercedes.
Sí, yo creo que está, está con ustedes, con los chicos muy jóvenes. Sí, con esos que levantan los dedos en "V". Claro que sí, claro que sí.
Gracias, muchas gracias a todos los chicos y chicas abanderados, a las chicas de la Misericordia, también el colegio en el cual yo me recibí, un beso también a todas, a las de la Misericordia y a las otras también, a todas y a todos, muchas gracias.
Pero siguiendo con esto, quiero decirles que me hace mucho bien estar aquí junto a ustedes compartiendo estos logros que son logros de todos los argentinos. Y les decía que cada uno que se suba a ese tren, al urbano o al diferencial, cada uno que ande por esa calle, sepa que es necesario que todos cuidemos el esfuerzo y que todos tengamos mucha fe en nuestro país y pensemos qué podemos dar también para que otro argentino viva un poco mejor; tal vez todavía no hemos podido lograr que todos los argentinos, como es mi ilusión y deseo, vivan también con mucha dignidad.
Todavía nos falta, pero estamos en el buen camino y yo estoy convencida de que esta es la senda que debemos seguir los argentinos. Y también saber todos y, sobre todo aquellos que han sido más agraciados, que han tenido más suerte, en fin, la vida no ha sido igual para todos, que si ha sido muy buena para ellos, piensen un poquito en los que a todavía les falta trabajo, seguridad, educación, una casa para seguir construyendo entre todos ese gran país que nos merecemos.
Y, por sobre todas las cosas, debatir, discutir pero sin slogan, con realidades, fundamentalmente para que este tren diferencial de hoy, este tren urbano puedan extenderse a distintos puntos del país; que podamos poner en todas las vías férreas del país y en las que pongamos de más, este tipo de calidad de servicio. Y que todos sepan, también, desde todos los sectores, que no solamente es el ingreso que alguien recibe como salario lo que el Estado da a una sociedad. Cuando el Estado subsidia este tipo de emprendimientos, también está dándole calidad de vida y agregando valor a lo que cada uno de ustedes cobra en su salario, en su trabajo.
Hay que entender cómo funciona el mundo contemporáneo, cómo funciona la economía, cómo le tenemos que dar mayor énfasis a todas estas obras también que contribuyen a generar un gran país y una buena sociedad que es lo que todos nos merecemos ser después de tantos sufrimientos y tantas tragedias.
Ha llegado la hora de mirar para adelante, con memoria, con verdad y con justicia, pero mirar para adelante, porque tenemos la necesidad todos los argentinos, fundamentalmente, aquellos que tenemos responsabilidades institucionales, de comprender cómo ayudamos a la construcción de un país. Y cuando hablo de responsabilidades institucionales, hablo también de los empresarios, hablo también de los formadores de precios, hablo de todos en este país para que nadie, por favor, nadie más se haga el distraído.
Todos tenemos que contribuir, todos tenemos que poner, todos tenemos que ayudar, todos tenemos que colaborar, yo sola no puedo ni dos ni tres, somos los más de 40 millones de argentinos los que tenemos que seguir poniendo el hombro todos los días.
A eso los convoco en nombre de él, en nombre de él que no se fijó ni un solo minuto de su vida en lo que le costaba trabajar, en lo que le costaba por allí amargarse. En fin, para qué les voy a contar si todos lo conocían muy bien.
Sí, toda la fuerza del mundo, no tengan dudas, la que me dan ustedes todos los días.
Gracias Mercedes, muchas gracias, los quiero mucho.
Muchas gracias. (APLAUSOS)
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